Un centenar de madres indígenas mayas, tzotziles, tzeltales, zoques y choles de personas desaparecidas, marcharon este miércoles en la ciudad de San Cristóbal de Las Casas, en Chiapas, para exigir justicia ante una crisis de violencia, migratoria y de desapariciones forzadas en la región.
La fecha fue significativa para la protesta ya que en México se celebra el Día de las Madres pero para esta movilización “El 10 de mayo no hay nada que festejar”, frase que utilizaron para destacar en la movilización.
Desde las 10:00 h local las mujeres, en su mayoría, tomaron parques y calles para visibilizar que en el sur-sureste de México va en aumento delitos como la desaparición de personas, mujeres, niños y hombre, para recordar a sus familiares montaron tendederos con los rostros de los desaparecidos.
Los denunciantes coincidieron que el Estado mexicano está siendo omiso ante el llamado de justicia de miles de familias que buscan a sus familiares.
Organizaciones defensoras de los derechos humanos de las infancias como Melel Xojobal detalló que desde 2020 a 2022, 476 niños y adolescentes no habían sido localizados y estimó que 7 de cada 10 desaparecidos corresponde a una niña o adolescente.
A esta manifestación se unieron las madres que aún no encuentran justicia por los feminicidios de sus hijas y expresaron su decepción hacia la impartición de justicia, como es el caso de Araceli Osorio, madre de Lesvy Rivera Osorio, asesinada en el 2017 en el campus de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en la capital mexicana.
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