Luego de que el pasado jueves 24 de noviembre fuera localizado el cuerpo de Joshua, de 15 años, en la Colonia Pozo de Jacob, en San Cristóbal, los organismos señalaron que su asesinato no es un caso aislado de los crímenes cometidos contra esta población, pues con él suman cinco casos en poco más de un año.
Organizaciones de la sociedad civil manifestaron su preocupación ante la proliferación de la violencia criminal cometida contra la adolescencia indígena en el estado de Chiapas.
“Manifestamos nuestra preocupación ante el escalamiento de la violencia, la presencia de grupos criminales y la proliferación de armas de fuego en el estado y el municipio que ponen en riesgo la vida e integridad de niñas, niños y adolescentes”, suscriben las organizaciones, colectivos y grupos académicos firmantes.
Por lo que llamaron a los tres niveles de gobierno, en especial a Rutilio Escandón Cadenas y Mariano Díaz Ochoa, quienes también presiden los Sistemas de Protección Intergral de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA), a implementar medidas efectivas que garanticen la supervivencia y desarrollo de la niñez y las juventudes, y generen, de forma sostenible, condiciones para el acceso y disfrute pleno de sus derechos.
Joshua fue localizado sin vida tras reportarse como desaparecido el pasado miércoles 23. De acuerdo con testimonios de sus familiares, el muchacho salió de clases del Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos del Estado de Chiapas (Cecyt) plantel 20 en el turno vespertino y desde entonces perdieron comunicación con él.
Después de buscarlo toda la noche, encontraron su cuerpo en un lote baldío, presentaba heridas por arma blanca y huellas de tortura. Hasta el momento, no hay ninguna persona detenida.
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