La tensión en Altamirano persiste mientras el bloqueo carretero entra en su tercer día, y las amenazas de represalias y violencia han llevado a padres de familia, maestras y maestros a tomar medidas drásticas. Por temor a posibles agresiones, se ha decidido suspender las clases y cerrar la entrada principal de las instituciones educativas en Altamirano. Esto busca proteger a estudiantes y personal de la comunidad educativa ante la posibilidad de represalias de los ejidatarios que mantienen el bloqueo.
La situación en Altamirano se ha vuelto más volátil con las amenazas de tomar el control total de la localidad, además de la posibilidad de suspender servicios esenciales como la energía eléctrica y el agua potable. Las amenazas también se extienden a la toma de edificios públicos y planteles educativos.
En entrevista, Fernando Gabriel Montoya Oseguera, síndico concejal de Altamirano, reveló que los ejidatarios han estado solicitando copias de las credenciales de elector a los locatarios de los mercados públicos, aparentemente para utilizar esa información de manera indebida o para obligar a la afiliación con los ejidatarios. La comunidad se encuentra en estado de alerta, ya que existe el temor de que se registren enfrentamientos en cualquier momento.
Algunos comercios y locales del mercado han cerrado sus puertas para evitar posibles saqueos, y la ausencia de presencia del ejército, la guardia nacional y la policía estatal para proteger a la población ha generado preocupación.
Fernando Montoya afirmó que se han llevado a cabo reuniones en Comitán con autoridades estatales para encontrar una solución al conflicto. Sin embargo, señaló que las autoridades del concejo no cederán ante los caprichos de los ejidatarios, que exigen la salida del síndico concejal. Montoya reafirmó su compromiso de trabajar hasta el último día de su mandato como autoridad, a pesar de las tensiones en la comunidad.
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