Cientos de migrantes de Venezuela, Cuba y Centroamérica inundaron las oficinas de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) en Tapachula, Chiapas, tras las nuevas restricciones impuestas por el presidente de EE.UU., Donald Trump. Estas restricciones incluyen deportaciones masivas y el fin de la app para solicitar asilo.
La situación se volvió caótica, con empujones, gritos y el despliegue de la Guardia Nacional con equipos antidisturbios. Mujeres cubanas y venezolanas improvisaron camas con sábanas en el suelo, mientras decenas dormían a las afueras de la Comar para asegurar una cita. La Comar solo atiende a un número limitado de personas diarias.
Jaqueline Alfonso, migrante cubana, expresó su frustración: “Llevo meses esperando. Vine para quedarme en México, pero sin papeles no puedo trabajar”. El caos es consecuencia del paquete antimigrante de Trump, que eliminó la vía digital para solicitar asilo y desplegó a militares en la frontera sur de EE.UU.
Esto, sumado a la caída en solicitudes de asilo en México, ha generado un “embudo” en ciudades como Tapachula. Los migrantes critican la falta de organización y los retrasos injustificados en el proceso de solicitud de asilo. El gobierno mexicano promete asistencia humanitaria, pero sin ampliar la capacidad de la Comar.
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