Fuentes de seguridad informaron que Jesús Alberto Galaviz Vegas, alias “El Pinqui” o “Z13”, quien estaba recluido en el Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) Número 15 de Chiapas, fue extraditado a Estados Unidos como parte de una lista de narcotraficantes entregados al gobierno de Donald Trump.
El narcotraficante fue trasladado la madrugada del jueves al penal de máxima seguridad del Altiplano en un operativo federal que partió desde Tapachula sin incidentes. Para la noche de ese mismo día, ya estaba en suelo estadounidense.
Este movimiento forma parte de un proceso de extradición que incluyó a otros capos, según confirmaron fuentes consultadas por Diario del Sur. En este contexto, el Gobierno de México ha intensificado los traslados de criminales de alta peligrosidad recluidos en el Cefereso 15, y se espera que más narcotraficantes sean enviados a Estados Unidos, incluyendo a Miguel Ángel Treviño Morales, alias “Z40”.
Un historial criminal marcado por violencia
“El Pinqui” fue un jefe de Los Zetas en la región de La Laguna y operó en Torreón entre 2011 y 2013, hasta que fue capturado tras un enfrentamiento. Su nombre estuvo ligado a una balacera y a la batalla campal en el estadio de la Corregidora, un hecho que marcó la historia del fútbol mexicano.
En 2024, fue sentenciado a 20 años de prisión en México, pero su extradición marca el fin de su carrera criminal en el país.
Cooperación internacional y más extradiciones
La extradición de Galaviz Vegas se dio en el marco de acuerdos de cooperación internacional entre México y Estados Unidos. Como parte de esta estrategia, el Gobierno de México trasladó recientemente a 29 personas privadas de su libertad a territorio estadounidense.
Entre los extraditados se encuentra Rafael Caro Quintero, alias “Don Rafa”, fundador del Cártel de Guadalajara. Quintero fue entregado a las autoridades de Nueva York y recibido por agentes de la DEA, marcando un hito en la cooperación bilateral en materia de seguridad.
Los narcotraficantes fueron entregados a autoridades en distintas ciudades de Estados Unidos, incluyendo Chicago, Houston, McKinney (Texas), Nueva York, Phoenix, San Antonio, Washington y White Plains (NY).
Este operativo sin precedentes refuerza los esfuerzos de ambos países para combatir al crimen organizado y desarticular sus redes de operación.
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