La migración infantil en México ha aumentado en los últimos años, con Chiapas como la entidad con mayor presencia de niñas, niños y adolescentes en situación irregular dentro de los flujos migratorios.
Según la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM), cada vez más menores viajan dentro de grupos familiares o por cuenta propia, enfrentando riesgos y vulnerabilidades.
En 2021, UNICEF estimó que los menores representaban al menos el 26% de la población migrante en México, cifra que ha seguido en aumento. Por su ubicación geográfica, el país es una de las principales rutas migratorias del mundo, con Chiapas como el principal punto de tránsito, recepción y retorno de niños, niñas y adolescentes en movilidad.
Entre enero de 2019 y junio de 2024, el Instituto Nacional de Migración (INM) identificó a 383,284 menores en situación irregular, tanto acompañados como no acompañados. Chiapas encabeza la lista de estados con más casos, seguido de Tabasco, Veracruz y Baja California.
A pesar de estas cifras alarmantes, no existen registros oficiales sobre los menores desplazados internamente por la violencia e inseguridad, lo que deja un vacío en la atención y protección de esta población altamente vulnerable.
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