Debido a un supuesto problema de tierras, una familia fue encerrada en la cárcel comunitaria de Polhó, municipio indígena de Chenalhó, Chiapas, por órdenes de autoridades locales.
Sin embargo, el hecho, aunque ya es común en esas localidades que se rigen por sus usos y costumbres, causó indignación porque entre los detenidos hay un bebé y un niño de al menos 3 años de edad.
De acuerdo con un video, el hombre y su mujer y los dos menores aún permanecían en esa prisión, por lo que se desconoce cuánto tiempo más estarían en ese lugar o si serían sometidos a otro castigo al que tengan que responder.
Este tipo de medidas de seguridad, basadas por usos y costumbres, son más comunes de lo que parecen en los municipios indígenas del territorio chiapaneco, ubicado en el sureste del país.
Incluso, hasta animales son llevados tras las rejas, como ocurrió en noviembre de 2019, cuando un burro ocasionó “destrozos” dentro de una parcela de una comunidad del municipio de Comitán de Domínguez.
El asno sería liberado hasta que su propietario reclamara por él y respondiera por los daños ocasionados a unos cultivos.
En 2021, un señor, identificado como Hermelindo, y su hijo de 4 años de edad también fueron llevados a una cárcel en un ejido del municipio de Altamirano, por lo que él pidió que vieran el video y lo ayudaran.
Según la información, autoridades locales lo encerraron como manera de presión para que le entregara el niño a su ex esposa, a pesar de que él interpuso una demanda ante el Juzgado de Ocosingo para tener la potestad del pequeño.
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