A dos años de la desaparición de 10 comerciantes guatemaltecos en Chiapas, sus familias volvieron a alzar la voz para denunciar la falta de avances en la investigación y la ausencia de resultados concretos por parte de las autoridades de México y Guatemala.
Los hombres desaparecieron el 16 de noviembre de 2023, cuando cruzaron la frontera para realizar sus actividades comerciales, principalmente la venta de pollos en municipios como Frontera Comalapa. Desde ese momento no se ha tenido información confiable sobre su paradero.
De acuerdo con los familiares, la investigación ha sido lenta, sin líneas claras ni acciones contundentes que permitan conocer qué ocurrió. Señalan que, pese a reuniones y promesas oficiales, las autoridades no han proporcionado informes detallados que acrediten un avance real, lo que ha generado desconfianza y cansancio entre quienes buscan a los desaparecidos.
Las familias relatan que estos dos años han estado marcados por la incertidumbre, el desgaste emocional y la precariedad, pues la ausencia de sus seres queridos ha afectado su vida económica y social. Aseguran que no dejarán de exigir verdad y justicia, y reclaman que ambas naciones coordinen esfuerzos efectivos para retomar la búsqueda y esclarecer el caso.
Aunque la Fiscalía de Chiapas afirma que mantiene comunicación con autoridades guatemaltecas, los familiares insisten en que esa colaboración no se ha traducido en resultados. Reiteran que su exigencia es simple pero urgente: saber qué pasó, encontrar a los suyos y que, si hubo delito, se castigue a los responsables.
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